7 mitos y verdades sobre el veganismo
¿Has escuchado hablar de los mitos sobre el veganismo? Cuando el veganismo se dio a conocer en el mundo, muchos pensaron que era una moda que no iba a trascender. Sin embargo, esa percepción ha cambiado y ahora estamos frente a un estilo de vida que nos conecta con nosotros mismos y el entorno.
Lo mejor es que nos da la oportunidad de comenzar una alimentación saludable sin límites de edad, género o sexo. Esto en conjunto con el concepto del respeto hacia el medio ambiente, ha dado lugar a la transformación de cómo consumimos alimentos e incluso como se producen.
Todo es excelente ¿cierto? El problema es que, gracias a la desinformación, millones de personas siguen pensando que ser vegano no es tan saludable como se cree. Es aquí donde surgen los mitos sobre veganismo y que hoy queremos compartir contigo.
Mitos sobre el veganismo
¿Crees que los veganos siempre tienen hambre, que su salud se debilita con el tiempo o que siempre comen lo mismo? Lo cierto es que el veganismo es tan diverso como cualquier otro estilo de vida, pero mucho mejor. Sin más, estos son los 7 mitos sobre el veganismo que debes conocer.
1. La alimentación vegana no se recomienda para embarazadas
Falso. Se ha comprobado que la alimentación vegana en mujeres embarazadas mejora el desarrollo integral del bebé. Llevar una buena alimentación durante el embarazo evita la aparición de enfermedades que pueden poner en riesgo la salud de la madre o del niño.
De hecho, una dieta vegana está más equilibrada que una omnívora, se planifica de acuerdo con el progreso del embarazo y su efecto, se puede notar incluso durante la lactancia.
2. Alimentación en niños: carnes vs plantas
Es común oír: “Mis hijos no pueden comer vegetales, prefieren la carne o el pollo y la comida chatarra”.
La verdad es que esto tiene relación en la forma en la que se consumen los alimentos y la poca variedad de productos orgánicos que se suelen tener en casa. En un mundo que va tan deprisa, es más sencillo preparar un bocadillo o cualquier otra cosa para salir del paso.
Creyendo que tan solo las carnes, leche, huevos u otros; son capaces de brindar los nutrientes y proteínas necesarias para fomentar el crecimiento y desarrollo de los niños. La verdad es que es más probable que se genere un nivel de desnutrición importante.
En cambio, las plantas promueven la alimentación saludable y aportan los nutrientes necesarios y esenciales que necesita el organismo. Por ejemplo, fibra, hierro, calcio, vitaminas, sodio, potasio, entre otros, se pueden obtener a través de las nueces, semillas, almendras y granos.
3. El vegano no come otra cosa que ensaladas
Ciertamente, la alimentación vegana incluye únicamente vegetales, pero eso no quiere decir que todo gire en torno a las ensaladas. Una vez que te involucras en el veganismo, surgen millones de recetas y platos exquisitos.
Imagina que tengas ganas de comer una hamburguesa de carne, un estofado o una paella. Estos platos se pueden preparar de forma vegana sin problemas. Podrás disfrutar de nuevos sabores, platos llenos de color y muy saludables.
Incluso, existen restaurantes en el mundo que han adoptado menús veganos para todos los gustos y edades. ¿Quieres descubrir todo lo que puedes comer sin restricciones? Ven y disfruta de la mejor comida vegana en nuestro restaurante.
4. La alimentación vegana no es apta para deportistas
¿Un deportista no puede tener el rendimiento necesario si se alimenta solo de vegetales? ¿Las carnes, lácteos y los huevos deben incluirse en la dieta de un deportista? Estas preguntas y muchas otras no tienen fundamento.
Ciertamente, un deportista necesita seguir una dieta que le permita ganar fuerza y energía para llevar a cabo sus rutinas y mejorar su desempeño general. Esto se puede lograr fácilmente a través de la alimentación vegana.
Entre los mitos sobre el veganismo se cree que esto es imposible de lograr. Pero al combinar los alimentos correctos, se puede conseguir mucho más. Por ejemplo, bebidas a partir de coco o almendras aportan vitamina B12. Si hablamos de granos y espinacas son ricas en hierro. Lo importante es saber qué y cómo construir una dieta vegana apropiada.
5. Un vegano siempre tiene hambre
De todos los mitos sobre veganismo que existen, este es el más común. La desinformación es la razón por la cual se cree que los vegetales no sacian como lo hace la carne. Sin embargo, según expertos las verduras son ricas en almidón y esto hace que un vegano siempre este saciado.
No padece de ansiedad causado por el deseo de comer y es capaz de fomentar las funciones intestinales. Incluso, la carga energética que necesita un organismo para el día proviene en mayor cantidad a partir de una dieta vegana.
6. Llevar una dieta vegana es caro
Los alimentos son tan diversos como sus precios en el mercado, pero siempre los vegetales serán menos costosos que el resto. Ahora que, si al momento de hacer las compras se eligen alimentos veganos procesados, seguramente pagará lo mismo por alimentos omnívoros.
Imagina que vas a comprar carne, leche y huevos, pero en ese momento te detienes a comparar los precios frente a los vegetales. Lo primero que vas a notar es que estos últimos son muchos más baratos y podrás ahorrar o ampliar tu lista de compras.
Podrás llevar granos, cereales o arroz a granel. Verduras, legumbres y frutas de todo tipo para complementar tu dieta vegana. Lo mejor es que estarás preparando tus alimentos desde cero y podrás estar seguro de que estás siguiendo una dieta vegana 100% saludable.
7. Los veganos se enferman más
¿Crees realmente que un vegano está más propenso a desarrollar enfermedades de diversas índoles? Si es así, te estás dejando llevar por uno de los mitos sobre el veganismo que nada tiene de cierto.
Toda persona, sin importar el tipo de dieta que lleve, puede desarrollar enfermedades relacionadas con la nutrición. En el caso del veganismo, esto se puede evitar siguiendo una dieta que contenga todos los aportes nutricionales.
Por esta razón se recomienda consumir en gran escala frutas, verduras, cereales, frutos secos y legumbres. Las propiedades de alimentos en esas categorías reducen los riesgos de padecer cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas, entre otros.
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